lunes, 9 de abril de 2012

TERAPIA OCUPACIONAL EN PARKINSON


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Las alteraciones a nivel motor que más repercuten en la vida diaria del paciente con enfermedad de Parkinson  son: El temblor, la rigidez muscular, el enlentecimiento del movimiento, la dificultad  para  iniciar  el movimiento, los movimientos involuntarios, el trastorno del equilibrio y la postura, y la menor expresividad de la cara.
Éstas alteraciones ocasionan dificultades en el propio cuidado de la persona (para vestirse, lavarse, comer, bañarse y asearse) y causa dificultades en las actividades diarias dentro y fuera de la casa (tareas domésticas, compras...) así como en el trabajo y durante el tiempo de ocio.

Desde Terapia Ocupacional, se trata de disminuir o compensar las deficiencias cognitivas, perceptivas o motoras para que el paciente neurológico alcance el mayor grado posible de funcionalidad  y de  autonomía. 



AYUDAS TÉCNICAS Y ADAPTACIONES EN EL HOGAR

Las ayudas técnicas son herramientas cuyo uso es necesario en la medida que se produce un deterioro de las habilidades de la persona afectada por la enfermedad de Parkinson, ya que se dificulta el desempeño de las actividades de la vida diaria.

A continuación se presentan algunas de las ayudas técnicas más habituales que se pueden requerir en función de las diferentes Actividades de la Vida Diaria.

Ayudas técnicas para la alimentación: Abre tapones, antideslizante, cuchillo-tenedor, cubiertos flexibles, tabla para la preparación de los alimentos, reborde para platos, engrosador de cubiertos.

Ayudas técnicas en el vestido: Calzador de mango largo, Calzador con ayuda para colocar calcetín,abotonador….

Ayudas técnicas para el baño y la higiene: Esponja con mango, cepillo con mango, engrosadores de mangos, elevador de inodoro, tabla de bañera, asiento giratorio, sillas de ducha…

Ayudas técnicas para la medicación: Partidor y triturador de pastillas, pastillero..

Ayudas técnicas para la comunicación funcional: Ordenador, sistemas comunicadores aumentativos, bolígrafos engrosados..

Ayudas técnicas para la movilidad funcional: Andador con ruedas, andador con asiento y cesta, muletas diversas, grúas, tablas de transferencia, disco giratorio…

Ayudas técnicas para la preparación de la comida: Abre tapones, antideslizante, tabla para la preparación de los alimentos, engrosador para mangos…

Ayudas técnicas para el ocio: Atriles para la lectura, pasa páginas…


Así mismo, es posible que se requiera la realización de obras en el hogar (por ejemplo, para sustituir la bañera por un plato de ducha), o en el edificio (ascensores, elevadores, rampas, etc.).


Pero actualmente, existen una serie de obstáculos respecto a la obtención de dichas ayudas

      1.  NO hay acceso directo a las ayudas desde las Administraciones públicas. 

     2.   La figura del terapeuta ocupacional es esencial a la hora de informar, orientar, integrar y adaptar este tipo de ayudas y recursos en las actividades de la vida diaria de la persona.
      En la actualidad la presencia de esta figura en el ámbito socio-sanitario es bastante reducida, Refiriendonos a la atención a las personas con Parkinson, la figura se limita específicamente al contexto de:

– Las asociaciones de personas afectadas, si bien, ni siquiera esta figura está presente en todas las asociaciones.
– Centros de día y residencias. En muchas ocasiones, el Terapeuta Ocupacional está presente pocas horas a la semana, con una jornada laboral muy reducida, lo que imposibilita brindar la atención suficiente a cada uno de los usuarios.

Se requeriría por tanto, una mayor penetración de la figura del terapeuta ocupacional especializado en este tipo de enfermedades, con el fin de proporcionar respuestas adecuadas a las personas afectadas.

      3.  Actualmente, existen muchas personas afectadas que no tienen acceso a determinadas ayudas técnicas y/o adaptaciones en el hogar. Las principales causas suelen ser el no responder a ciertos criterios exigidos, fundamentalmente de tipo económico.

      4.  La eliminación de barreras arquitectónicas, no sólo dentro del hogar, sino también en el edificio en el que reside la persona afectada, y fuera de él, sigue siendo uno de los grandes retos a responder en la actualidad. Es necesario seguir trabajando en el desarrollo de medidas dirigidas a la eliminación de barreras arquitectónicas.
  
    5. Por último, las ayudas y respuestas deben orientarse hacia otros ámbitos y niveles: como es hacia el cuidador o hacia la posibilidad de acceso a recursos residenciales. Éste tipo de recursos constituye también una ayuda de difícil acceso actualmente.


    Información extraída de :
    http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/120/120v35n03a13014007pdf001.pdf


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